Y qué son los escritorios sino eso, los big bang de todo aquello que se escribe con voluntad literaria: los lugares del alumbramiento, de la gestación, de dar forma a fuerza de palabras a lo intangible que queremos contar. En verso, en prosa, en una lengua u otra, de noche o de día, en invierno o en verano, en cuadernos rallados de espiral o en portátiles ultrafinos que despliegan frente a nuestros ojos su límpida pantalla-folio en blanco donde cabe todo.
Los amigos de "EL ASOMBRARIO", revista cultural on line, han querido pasar revista a esos "campos de batalla de los escritores" y han colocado mi humilde escritorio (salido del "PROYECTO ESCRITORIO" de Jesús Ortega) ni más ni menos que al lado del de Menchu Gutiérrez, escritora que admiro y a la que para pergeñar las maravillas que pergeña le basta un humilde lápiz y una libreta.
