Vaya por delante que no soy demasiado daliniana -por no decir nada- y que Gala siempre me había resultado un poco antipática; evidentemente me podían los prejuicios. Pero fui a ver la exposición que estos meses le dedica el MNAC y me reconcilié con ella.
Por eso he publicado en el diario ARA el artículo Dalí, la gran obra de Gala, que empieza así:
"Sempre que parlem d’una dona a l’ombra d’un home diem allò que 'darrere d'un gran home sempre hi ha una gran dona'