La alemana PINA BAUSCH reinventó la danza, triunfando de muy joven en Nueva York y después regresando a su tierra natal, donde dirigió con gran convicción y no poca polémica un teatro donde se estrenaron algunas de sus piezas más emblemáticas, como Café Müller. Con los años se ha convertido también en la musa inspiradora de la danza moderna, pues cualquier espectáculo nos la recuerda. Hablamos de ella en la última entrega de "Wonderwomen", en WONDERLAND (Emisión: 23/1/2014; minuto 24 ). Escuchar aquí.
"Qué bonita costumbre esa de acortar los
nombres largos, pues nuestra Pina Bausch se llamaba el realidad
Philippine/Philippina, un nombre a decir verdad muy poco artístico, sobre todo
si tenemos en cuenta que estaba llamada a convertirse en uno de los genios de
la danza moderna. Quienes tuvieron la oportunidad de ver en directo alguno de
sus espectáculos salieron inquietos pero gratamente impresionados; quienes los
hemos visto grabados, también. Y otro tanto sucede con quienes hemos podido
disfrutar del documental con que la homenajeó su amigo el director alemán Wim
Wenders, titulado sencillamente Pina (2011): un canto a la danza como
vocación y a la creatividad como camino de ruptura y libertad."