No he podido resistirme a los sentimientos que me ha suscitado esta inoportuna huelga que por suerte no fue nada general y le dedico la entrega PIENSO, LUEGO RESISTO (II).
Cuando una crisis económica arrecia, y más aún si es de orden mundial, hay que tomar medidas drásticas y cambiar el rumbo del timón. Y es contra las medidas "sutiles" que está tomando el gobierno contra las que habría que protestar, pero no para que las "suavice" -como quieren los necios- sino para que las radicalice. La crisis se arregla poniendo coto al dinero negro, obligando a los parados a cambiar de sector laboral, fomentando la movilidad, etc. Cualquier otra solución es un parche para no perder votos. Como dijo el inventor Charles Kettering: "El mundo odia el cambio, sin embargo, es lo único que ha traído el progreso".
[RICHARD AVEDON, el exquisito, le pone el contrapunto visual.]