Así lo bautizó Betty Friedan en La mística de la feminidad: "el malestar que no tiene nombre". Y como tal lo reflejó, entre otras, la escritora italiana ALBA DE CÉSPEDES en su novela Quaderno prohibido.
La protagonista padece esa enfermedad del alma, que no es otra que la inconformidad ante el destino de mujer que le ha sido designado -hogar, familia, maternidad obligatoria- y contra el que se rebela. Valeria escribe un diario secreto y allí plasma ese malestar que la atenaza cada vez más.
Como es un libro que retrata una época que aún nos interpela, lo he reseñado para el Diario ARA. Podéis ver el artículo aquí.