Cuando el pasado mes de julio el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) inauguró la exposición FEMINISMOS, hubo muchas feministas -no cuatro ni cinco- a las que no gustó nada el cartel. Pensaban que una pistola -siempre tan fálica- no era la mejor manera de anunciar una muestra de esa temática. Después, a medida que la exposición se prolongaba en el tiempo y la gente la visitaba, fui escuchando voces que se quejaban de salir sin la adrenalina feminista que esperaban, es decir, que valoraban su peso testimonial pero esperaban más.
A mí personalmente el cartel me gustó, pero la exposición no me convenció. Me pareció demasiado estática y me faltó que las piezas dialogaran entre sí (en concreto las de la generación de los 70 con las de las artistas más jóvenes).
A modo de reflexión, he publicado Feminismes; una exposició fallida en la revista NÚVOL.
