Me tocó celebrar el Día de Sant Jordi dando una conferencia, claro está sobre literatura, en la bella e impoluta Suiza. Y es que resulta que esta celebración tan civilizada y tan nuestra -quiero decir tan catalana- se está empezando a internacionalizar. Vale la pena que así sea, porque sinceramente de los toros y del fútbol estoy hasta el moño, y saber que Messi es más importante que Cervantes y una camiseta del Barça más célebre que el Guernica de Picasso me preocupa bastante.
Sobre esto he escrito en Sant Jordi lluny de casa, publicado en el diario ARA.