Y como jamás las entendí, sobre todo por las muchas horas que dedican a serlo, en detrimento de otras actividades geniales como leer o practicar sexo, he empezado por poner el ojo en LA FASHION VICTIM.
"Al igual que quienes son presas de una
afición desmedida por el deporte, las dietas o el compulsivo viajar (consistente
en coleccionar hoteles, ciudades y postales sin más objetivo que el afán
acumulador y, por supuesto, poder contarlo después), las víctimas de la moda en
lugar de arrastrar un largo currículum de amantes, llevan a remolque un armario
inmenso que tiene la capacidad de transformarse a velocidad de vértigo. A ellas
no hay moda que se les resista, por imposible que parezca, y ninguna prenda o
accesorio que haya salido más de doce veces en las más prestigiosas revistas
del ramo deja de engrosar su guardarropa, por caro e inalcanzable que sea [...]".