"Esta pasión lo había absorbido por entero, apenas comía, ya no dormía, pero soñaba noches y días enteros con su idea fija: los libros."
GUSTAVE FLAUBERT, Bibliomanía

domingo, 24 de junio de 2012

78. LIDIA FALCÓN SIGUE EN LA BRECHA


Este país ha dado y sigue dando mujeres valientes, capaces de exponerse, de luchar por sus convicciones, de resistir embates ciertamente dolorosos, de no cejar en el empeño. De Clara Campoamor a Concepción Arenal, de Emilia Pardo Bazán a “las trece rosas”. No exagero si digo que LIDIA FALCÓN es una de ellas. Comprometida con el feminismo desde sus más tiernos años ahora, instalada desde hace tiempo en la madurez, sigue enarbolando labia y pluma para defenderlo.
Hay quien cree que el feminismo ya no es necesario, que los logros fundamentales ya han sido alcanzados. No sabe hasta qué punto se equivoca y cómo, hoy más que nunca, en estos tiempos de extravíos y enmiendas a totalidad, hay que retomarlo con ímpetu allí donde parece haber quedado adormecido. ¿Adormecido, silenciado, ninguneado, ridiculizado? Para quienes creemos en la igualdad real entre los sexos es el único camino.
Queriendo dar testimonio de sus 50 años de feminismo, de lo necesario que sigue siendo y anunciar que sigue en la brecha, Lidia Falcón ha publicado un nuevo tomo de memorias, La pasión feminista de mi vida (El Viejo Topo), y sobre él he escrito.