Sigo metiendo el dedo en las llagas de nuestra sociedad bienpensante, sabia experta en hipocresías varias y amiga de las dobles vidas, las mentiras y el machismo elevado a la enésima potencia. Que a estas alturas la prostitución siga siendo no tan sólo tolerada sino bien vista, es sin duda uno de los ejemplos más evidentes de que vamos directos a un precipicio del que difícilmente saldremos.
Es el último PIENSO, LUEGO RESISTO (IX). Puede leerse en AGITADORAS y también en mi blog del mismo título: PIENSO, LUEGO RESISTO