Si digo Lizzie Doten nadie sabrá quién fue, por eso he elegido como título del artículo que he publicado en las páginas literarias del Diario ARA La voz femenina de Edgar Allan Poe.
Contemporánea de la poeta Emily Dickinson y de su misma procedencia geográfica, esta Doten hasta ahora aquí desconocida fue también versificadora, aunque entre sus habilidades estuviera una muy peculiar: la de hablar por boca de poetas que ya estaban criando malvas en el más allá. Fue así como recreó la voz poética de tipos tan egregios como Shakespeare o Allan Poe, quienes le dictaban sus composiciones.
La ha rescatado la editorial WUNDERKAMER y es un hallazgo que vale la pena celebrar.