Pasan los años y la falta de paridad en la cultura se perpetúa como una lacra: del simbólico 10% (lo que se llama la mujer florero, destinada a adornar los ciclos de conferencias, las temporadas expositivas, etc.) se pasa al 30%, tanto en las iniciativas privadas como en las públicas, y nadie parece oír los tambores de la discriminación. ¿Realmente por las calles camina un 10-30% de mujeres? ¿Por qué entonces tenemos que verlas en un porcentaje tan limitado cuando acudimos a los grandes centros de la cultura? ¿Por qué las esconden, por qué las silencian? ¿Quién tiene tanto interés en que no oigamos su voz en todo su esplendor?
Sobre esto escribo en la revista NÚVOL, en "El 30/70 no té futur", a raíz de #ffbcn, una iniciativa del ICUB (Ayuntamiento de Barcelona) y la Obra Social "La Caixa" presentada en el Arts Santa Mònica: dinero público y dinero privado destinado a seguir fomentando la falta de paridad, ¡menudo plan!