" [...] Jóvenes con cinco idiomas que se van a hacer de pizzeros a donde sea. O bien
investigadores brillantes (expertos en células madre, en nanotecnología, en
biocomputación, en astrobiología o mismamente en energías renovables, que tanta
falta nos hacen) que han visto cómo se cerraba el grifo de sus respectivos
proyectos y que no han tenido más remedio que hacer las maletas, que ahora ya no
son de cartón sino que empujan las ruedas y refulgen en las cintas de los
aeropuertos. En Harvard, en Berkeley y en otros sitios semejantes recogerán los
frutos de esos ninis de la ciencia cuyas trayectorias en España
quedaron suspendidas en el limbo."
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