Extraviados como estamos a causa
de una falta de orientación absoluta, los ciudadanos de hoy parecemos amapolas
de campo mecidas por el viento, testigos mudos de lo que va y viene por los
caminos en cuyos bordes crecemos sin orden ni concierto. No es ni de lejos este
el peor, ni el más confuso, momento histórico que conoce nuestra civilización (no seamos cínicos), ahora gozamos de libertades y prebendas que antaño jamás imaginamos. Pero el despiste es
colosal y el viento que arrecia ciertamente intenso. Estamos ante una nueva
era, eso está claro.
¿Sirve la democracia en estos
nuevos tiempos? Yo diría que no, al menos tal como la entendemos. ¿Hacia dónde debiéramos ir
pues, cara al futuro inmediato? POSTDEMOCRACIA parece un buen nombre
de bautismo para la forma de gobierno que nos urge: más transparente, más
participativa, más acorde con esta globalización en que estamos sumergidos hasta el cuello.
De ahí la última entrega de la
serie PIENSO, LUEGO RESISTO, que lleva precisamente ese título:
[La orginalísima fotografía es de
Jan Saudek.]