"En realidad se llamaba Norma Jeane y
tenía el aspecto de una chica frívola y facilona, pero no era ni lo uno ni lo
otro. Lo que sí es cierto es que tenía tal cantidad de sex appeal, que emitía vibraciones sexuales sin poder evitarlo. De
hecho, ella misma decía que la gente tenía la costumbre de mirarla no como a
una persona sino como a un espejo, de modo que veían en ella sus propios pensamientos
lascivos y la acusaban a ella de pecados que no había cometido. Con su
curvilínea figura, sus labios carnosos y encendidos, su sonrisa inocente y su
voz aterciopelada, fue el icono del estilo pin
up: chicas de portada o de calendario luciendo un biquini de talle alto,
con los pechos en forma de cono y sonriendo pícaras a cámara; amuletos
patrióticos que los soldados se llevaban al frente."