"Dora Maar se enamoró perdidamente de Picasso
y fue también una de sus grandes musas. Aparece en centenares de obras suyas,
sobre todo pertenecientes a la época cubista, entre las que quizás podamos
destacar la serie Mujer que llora,
donde el malagueño plasmó el lacerante dolor por los desastres de la Guerra
Civil Española. Pero Dora fue ante todo pintora y fotógrafa; de ahí que cuando
Picasso pintó el hoy famosísimo Guernica,
considerado uno de los cuadros más emblemáticos de la Historia del arte moderno,
fuera ella la encargada de fotografiar el proceso de creación; incluso se dice
que colaboró con alguna que otra pincelada. Dora compartió con
Picasso largas horas en su estudio del número 7 de la Rue des Grandes Augustins
(el mismo estudio en que décadas antes Balzac había ambientado el relato La obra maestra desconocida) y también
la vida intelectual parisina, animadas vacaciones en la campiña francesa y la
amistad de artistas como Breton, Éluard y tantos otros."
"Esta pasión lo había absorbido por entero, apenas comía, ya no dormía, pero soñaba noches y días enteros con su idea fija: los libros."
GUSTAVE FLAUBERT, Bibliomanía