Está resultando muy difícil no ver en cualquier agravio contra Cataluña un movimiento descaradamente político, destinado a cercenar cualquier atisbo de normalidad. De hecho cualquier de estos día lloverá torrencialmente sobre mi jardín y pensaré que ha sido Rajoy, empeñado en acabar con las cosechas catalanas en justa correspondencia con su deseo frenético de acabar con las hordas independentistas.
Por eso y porque si estuviéramos en el cuento del lobo y los siete cabritos haría ya mucho que le habríamos visto la patita al lobo, he publicado en el diario ARA el artículo L'IVA traïdor, que quiere salir en defensa del legítimo derecho de los catalanes y las catalanas a contribuir con nuestros impuestos al mantenimiento de nuestra cultura... sin que estos sirvan para acabar con ella y además sin nuestro consentimiento.