La de la foto es la escritora ucraniana en lengua francesa Irène Némirovsky, a quien lamentablemente le fue arrebatada la vida en Auschwitz y de quien hace un años se recuperó su inacabada Suite francesa, que fue un gran éxito y llegó a un gran número de lectores y lectoras en varios países, empezando por Francia, por supuesto. Aquí la editorial Salamandra está publicando toda su obra, que recomiendo.
Ella y otra siete autoras son las protagonistas de mi último libro, A contracorriente. Escritoras a la intemperie el siglo XX, acerca del cual he escrito para celebrar el día de Sant Jordi en el blog "Mujeres" de EL PAÍS DIGITAL el artículo Escritoras a contracorriente. Y es que las escritoras tuvieron que luchar contra muchos más elementos que los escritores y no debemos olvidarlo.
"Si el mundo está formado casi a partes iguales por hombres y mujeres, en el Día del Libro parece lícito preguntarse por qué no lo están en igual medida las librerías y mucho menos las historias de la literatura, donde casi siempre las escritoras parecen notas a pie de página, simples apéndices de unas lecturas compuestas en clave exclusivamente masculina. No hay una sola respuesta a ello, sino tantas como palos en las ruedas sufrió su natural desarrollo como literatas [...]".