La literatura siempre ha mostrado predilección por los avatares de la juventud, mientras la vejez parece un territorio prohibido, en el que muy pocos se atreven a adentrarse.
La escritora ANTÒNIA CARRÉ-PONS ha osado zambullirse en esa condición socialmente mal vista y, a tenor de las últimas movilizaciones de los jubilados, muy mal remunerada. En Com s'esbrava la mala llet, que ha publicado Club Editor, lo hace desde el formato de los cuentos y, aunque se trate de un género que no había publicado antes, sale con nota. Me recuerda algún relato de Quim Monzó, que es un señor que en sus artículos dice bastantes barbaridades pero que como cuentista está muy pero que muy bien.
Sobre su libro he publicado en Llegim, en el diario ARA Contes sobre la vellesa sense filtres.