Hay quien cree que el feminismo tiene como único objetivo equiparar los derechos de hombres y mujeres ganando para estas últimas espacios que históricamente les han sido negados, y que a lo sumo incorpora entre sus ambiciones la de dignificar al colectivo LGTBI, apoyando su lucha. El feminismo es mucho más que eso y va mucho más allá: es un movimiento emancipador, que está en contra de cualquier opresión y defiende las libertades en su extensión más amplia.
Es por eso que pienso que la formación de Ada Colau debería haber priorizado el respeto a las libertades y haberse aliado en la alcaldía de Barcelona con ERC. De ningún modo, como ha hecho, con un partido que se opuso al referéndum del 1 de octubre y avaló la represión y el posterior 155.
A colación de ello he publicado Avui Barcelona és menys feminista que ahir en el diario ARA.