Parece que acabemos de descubrir que el feminismo con humor entra mejor pero no, hace tiempo que lo sabemos, quizás porque llevamos muchos años -o quizás siglos- burlándonos en secreto de lo bobos que son los que no lo entienden o, directamente, no lo practican.
Pero sí es cierto que este año el humor se ha convertido en un arma más de esta lucha sin cuartel, que acabará cuando el feminismo ya no sea necesario, ni un segundo antes. Blogueras, escritoras y otras especies de féminas se han subido al carro de dar caña con la lengua o la pluma afiladas.
Por eso he escrito Hartas ya de llorar, nos ha dado por reír en el Blog Mujeres de EL PAÍS.