Fue una charla la mar de amena en la que me preguntaron tanto por el contenido del ensayo como por las razones que me habían llevado a escribirlo. Hablamos de la flagrante discriminación que han sufrido las mujeres que quisieron escribir y también de la necesidad de que estas ocupen, ocupemos, mayor espacio en la literatura en particular y en la cultura en general. Y es que, si el siglo XX ha sido el siglo de las mujeres (eso es una evidencia), el siglo XXI tiene que ser el siglo de la igualdad de género en la cultura o todos nuestros esfuerzos habrán sido en vano.