Hace tiempo que quería escribir este artículo... El ruido mediático me aturde, a mí y a un montón de gente que no deja de comentarlo. Y es que no hay quien aguante el registro violento que han adoptado algunos espacios, en especial los programas de tele basura y las tertulias, que se supone que están hechas para iluminarnos pero nos sumen a todos y a todas en una cegadora oscuridad, de la que como es de suponer no salimos precisamente más sabios.
Por eso he publicado en el diario ARA Tertúlies sí, tertúlies no.
"Darrerament no puc ni posar la televisió, i, si la poso, és per saltar com una granota d’un canal a un altre a la recerca d’un oasi de pau on poder apagar la set sense córrer el risc de tenir un atac de cor. L’esperit de Telecinco s’ha apoderat dels mitjans de comunicació, i tot el que no soni a sang i crispació diuen que no dona audiència [...]".