A los que escribimos a veces nos apetece escribir sobre lo que nadie nos pide, de ahí que me haya dado por contar porqué sí fui a votar el 9N, mientras otros muchos y otras muchas se quedaban en casa por vaguería o escudándose en "esto no es una consulta", "no es legal" y no sé cuántas absurdidades más.
Y como ni La Vanguardia, ni El País ni ningún otro diario de alcance nacional me pidió mi opinión (lástima), me he conformado con darla en la revista AGITADORAS, donde mi sección mensual "Opiniones robinsonianas" me permite dar rienda suelta a la lengua y contar lo que me viene en gana, sea o no preguntada al respecto, qué caray.
"Lo confieso, soy uno de esos dos millones doscientos cincuenta mil catalanes y catalanas que fue a votar el 9 de noviembre, aniversario de la caída del muro de Berlín. Acudí a la consulta catalana sobre el deseo o no de independizar Cataluña de España (consulta destinada a sondear la opinión de quienes tuvieran a bien acudir a votar), con la convicción de que mi obligación como ciudadana es participar de cualquier clase de referéndum que me afecte y que no hacerlo era dar razones a quienes piensan que basta con votar cada cuatro años, aunque durante esos cuatro años quienes gobiernan se dediquen a tomarnos el pelo… y de paso parte de la cartera. [...]"
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