"Este espíritu ante todo libre había nacido en
San Francisco en 1877 y pasó por muchas penalidades antes de llegar a ser
considerada la creadora de la danza moderna, que entendía como una expresión
total, liberada de toda atadura y más cercana a la flexible naturaleza que al rígido
clasicismo. Firme partidaria asimismo del amor libre, fue una furibunda enemiga
de matrimonio y tuvo hijos con quien le apeteció, a pesar de que la conservadora
sociedad de su tiempo le censurara vivir la maternidad como algo que sólo
concernía a la mujer y sobre la que nadie tenía derecho a opinar [...]."